Carlos Checa (Althea Racing) tenía la misión en Monza de minimizar la pérdida de puntos y defender su liderato del Mundial de Superbikes, regresando de la ronda italiana con un colchón de 27 puntos en la clasificación general.
En la primera carrera, Checa se vio envuelto en problemas de tráfico desde la salida, descendiendo a la decimotercera posición en la vuelta inicial. Su ritmo, mejor que el de los pilotos con los que se batía en esos puestos, le permitió ganar cuatro posiciones en el mismo número de vueltas. Después perdió algo de tiempo en una pugna por adelantar a Camier y ya no alcanzó el grupo delantero. Un problema de rendimiento de neumáticos en las últimas vueltas impidió al español mejorar su actuación, cruzando la meta en novena posición.
En la ‘Race 2′, Carlos hizo una excelente salida y ganó cinco posiciones en las primeras curvas. Se libró del accidente que significó el final de la carrera para varios de sus rivales e incrementó su ritmo poco a poco. Se mantuvo así hasta tres vueltas para el final, cuando un problema de motor le ralentizó hasta perder cuatro puestos en dos giros, concluyendo décimo.
«Estamos satisfechos porque sabíamos nuestras limitaciones antes de llegar a Monza y que sería difícil subir al podio«, explicó Checa. «En la primera carrera tiré muy fuerte al comienzo y probablemente degradé los neumáticos demasiado, provocando que bajasen su rendimiento en las últimas vueltas y no pudiera adelantar a Camier«, comentó el líder del WSBK. «En la segunda manga teníamos mejor ritmo, pero sufrimos un problema de motor a falta de tres vueltas», eso «me frenó mucho», aunque «tuve suerte de acabar la carrera«.
Por último, calificó de «buenos puntos» los conseguidos gracias a quedar «noveno y décimo en Monza», de donde sale con «27 de ventaja que me resultan sorprendentes», se sinceró el español. «Estamos muy contentos y concentrados ya para la ronda de Miller, donde espero poder hacer dos grandes actuaciones«, concluyó.
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